A pesar de que el año lleva ya casi dos semanas, apenas he tenido tiempo para “escaparme” y pajarear. De todas formas, algo he hecho, y 2014 lo he empezado igual que acabé 2013, visitando diferentes zonas ajardinadas de Pamplona, donde se suelen ver cosillas interesantes por estas fechas.
Para ello he visitado Mendillorri, los jardines de la Ronda Norte y los jardines de las universidades (30 y 31-12-2013 y 11-1-2014).
Sin duda alguna ha habido dos estrellas que han destacado sobre todas las demás, aunque como veréis la variedad ha sido bastante grande y da gusto pasear entre el frío con los rayos de sol invernales que hacen que la actividad de los animales sea algo mayor.
Una de las estrellas (por lo menos para mí) es la perdiz roja.
En el lugar habitual, continua la pareja de perdices que año tras año parece que sobrevive a la masificación del cemento y hormigón en pequeños “edenes” de hierba que se mantienen sin construir.
Gran alegría cada vez que veo como estos individuos aguantan mientras la población en Navarra va en descenso debido a varias causas, entre las que siempre está metido de por medio el hombre.
A pesar de criar, no sé si esta pareja aumenta la población, pero bueno, lo importante es que ellas sigan intentándolo, porque en el momento en el que uno de los dos falle… esta pareja de Pamplona se va al “traste” seguro.
Las otras estrellas han sido los ejemplares de pardillos sizerines que llevan más de un mes asentados en Mendillorri.
Esta vez sólo pude observar dos de los tres pardillos que llegó a haber. En todo momento volaban y se alimentaban juntos en abedules y en liquidámbares, aunque también pasaron por un sauce.
Los pude ver en diferentes zonas, y al ver sólo dos ejemplares, me hace pensar que el tercero haya abandonado Mendillorri, ya que siempre se veían los tres juntos (a partir de cuándo se vieron por primera vez, claro).
De todas formas, en próximos días a ver si me puedo volver a acercar con mejor luz, ya que la niebla y las nubes no ayudaban a la fotografía. A ver cuántos ejemplares localizo, si es que sigue alguno…
De picogordos y pinzones reales ni rastro, a pesar de que alguno ha sido visto por Mendillorri… A mí me da la impresión de que este invierno de momento se están viendo muchos menos ejemplares de estas especies que en años anteriores… El año pasado picogordos se veían por cualquier zona ajardinada de Pamplona, y pinzones reales, aunque menos frecuentes, se podían ver también con cierta facilidad acompañando a pinzones vulgares.
Eso sí, los vistosos pinzones vulgares ya se ven formando grandes bandos, tanto machos con sus vistosos plumajes, como hembras.
En los arbustos que poseen fruto, se localizan grandes grupos de aves que tienen alimento seguro.
Los mirlos son los más abundantes y confiados. Continuamente, se les ve también en el suelo removiendo entre las hojas, actitud con la que se les observa con mucha frecuencia.
Además, grupos “majos” de estorninos negros, estorninos pintos, zorzales comunes y zorzales alirrojos. Se me están resistiendo los zorzales reales, pero fijo que tarde o temprano caerán.
Me llaman muchísimo la atención los plumajes de los estorninos pintos como el de la foto, que vistos de cerca tienen un cuerpo negro “marcado” con unas manchas blancas en forma de “V” que hacen de su negro “triste” un plumaje muy vistoso.
Las de menor tamaño son muy abundantes. Gorriones, jilgueros, carboneros y herrerillos. Los gorriones y jilgueros normalmente en grupos grandes, mientras que los otros son más individualistas.
De colores llamativos, se les unen los verdecillos, lúganos y jilgueros, que se alimentan donde pueden, pero sobre todo en liquidámbares y abedules (al igual que los pardillos sizerines de los cuales se ven acompañados en varias ocasiones).
Entre los pequeños pero menos vistosos, destacar un grupo de más de 60 ejemplares de pardillos comunes, entre los que busco otros sizerines pero me es imposible… Además varios petirrojos, currucas capirotadas y colirrojos tizones alegran los días.
Entre más especies invernantes, interesante en el parque de los Aromas y alrededores un bando de unos 30 ejemplares de bisbitas comunes.
Normalmente andan picoteando en los jardines, pero al acercarse la gente vuelan o a árboles o a otras zonas de hierbines donde se encuentren más tranquilos.
Y no faltan las especies más comunes, como las típicas palomas, picarazas y lavanderas blancas, que por estas fechas ven aumentada la población ibérica con ejemplares que vienen del norte de Europa.
Por último, decir que no faltaron las dosis diarias de aves rapaces, con cernícalos vulgares y milanos reales.
Y para acabar, el dicho esta vez va dedicado a las perdices anteriores… “En enero, busca la perdiz su compañero”, aunque me da la sensación de que en esa pareja ya está todo hecho desde hace tiempo y nadie tiene que buscar a nadie…
